A mi pequeña
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A mi pequeña
Recuerdo ese día, hace ya tiempo, en el que me dijiste que habías perdido el norte mientras me mirabas y te reías. Yo sonreí y te dije que tu norte lo llevaba en mi bolsillo... Bajaste los ojos, esas dos estrellas brillantes que me tocan por dentro como fuego líquido, y no quisiste aguantarme la mirada. Fué en ese momento cuando vi brillar en ti la chispa de la entrega... palabra que no ha de tomarse a la ligera.
Ha pasado, como te digo, tiempo desde entonces...
Y son muy escasas las palabras que acuden a mi mente ahora, aunque ya ves, has conseguido motivar a este cerebro oxidado para escribirte algunas letras...
Y es que, en este momento, no hay nada que deseé más que decirte cuánto te quiero... ¿por qué? porque en lo más profundo de mi ser crecen a cada minuto las ganas de que te sientas amada, calentita y confiada entre mis manos... feliz de ser mía, como orgulloso estoy yo de tenerte.
Y es que eres mi pequeña, pero eres grande. Eres mía, pero sobre todo estás muy adentro de mí, clavada en mi alma...
Dicen que una sumisa es el reflejo de su Amo... ¿significa eso entonces que yo soy el mejor Amo del mundo? No, el mejor no,... pero sí el más afortunado.
Se habla mucho de que la esclava tiene que ganarse el afecto, y en definitiva todo lo bueno que provenga de su Señor pero... ¿y el Amo?
Somos más fuertes cuando somos conscientes de que, por dominantes que seamos, también sentimos. Negarlo y esconderlo no tiene sentido...sentir No es una limitación: es un privilegio. Y ya lo dice la nana de la entrega "Me pregunto si usted me sabrá llevar, me sabrá tratar"...
Hoy puedo decir que estoy orgulloso de estar a tu altura en cuestión de alma y de intentar cada día darte lo que mereces, porque te amo.
Hoy puedo decir que eso es el pilar que sustenta todo lo demás.
Invariablemente, sabes que me tienes... y sabes que deseo cada rincón de tu piel.
Desde que te conocí supe que tenía capacidad para amarte, y deseé poder llegar a hacerlo.
Y esta madrugada, mi niña... esta madrugada, mientras tú duermes, tu Amo sueña... sueña contigo.
Ha pasado, como te digo, tiempo desde entonces...
Y son muy escasas las palabras que acuden a mi mente ahora, aunque ya ves, has conseguido motivar a este cerebro oxidado para escribirte algunas letras...
Y es que, en este momento, no hay nada que deseé más que decirte cuánto te quiero... ¿por qué? porque en lo más profundo de mi ser crecen a cada minuto las ganas de que te sientas amada, calentita y confiada entre mis manos... feliz de ser mía, como orgulloso estoy yo de tenerte.
Y es que eres mi pequeña, pero eres grande. Eres mía, pero sobre todo estás muy adentro de mí, clavada en mi alma...
Dicen que una sumisa es el reflejo de su Amo... ¿significa eso entonces que yo soy el mejor Amo del mundo? No, el mejor no,... pero sí el más afortunado.
Se habla mucho de que la esclava tiene que ganarse el afecto, y en definitiva todo lo bueno que provenga de su Señor pero... ¿y el Amo?
Somos más fuertes cuando somos conscientes de que, por dominantes que seamos, también sentimos. Negarlo y esconderlo no tiene sentido...sentir No es una limitación: es un privilegio. Y ya lo dice la nana de la entrega "Me pregunto si usted me sabrá llevar, me sabrá tratar"...
Hoy puedo decir que estoy orgulloso de estar a tu altura en cuestión de alma y de intentar cada día darte lo que mereces, porque te amo.
Hoy puedo decir que eso es el pilar que sustenta todo lo demás.
Invariablemente, sabes que me tienes... y sabes que deseo cada rincón de tu piel.
Desde que te conocí supe que tenía capacidad para amarte, y deseé poder llegar a hacerlo.
Y esta madrugada, mi niña... esta madrugada, mientras tú duermes, tu Amo sueña... sueña contigo.
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