Azotes buscados son azotes queridos... ;)

Azotes buscados son azotes queridos .

Todo lo que a continuación tengo el placer de escribir lo baso en experiencias personales y en indagaciones a lo largo del tiempo que llevo como Dominante. En ningún caso pretende ser una “lección” a impartir sino simplemente una exposición de aportaciones propias y de opiniones personales en cuanto a la técnica y manejo de esta práctica.

Todo lo que a continuación expongo se entiende dentro del contexto de una relación BDSM con límites consensuados.

Hoy escribo aquí sobre el acto—para mí sagrado --de azotar. Es una práctica que puede utilizarse como correctivo disciplinario tanto como para dar placer (al Dominante y al esclav@ cuando se lo merece). En mi caso entiendo, en base a eso, dos formas de azotar muy diferentes: cuando se hace por mero disfrute y cuando se hace con finalidad punitiva o correctiva.

Si lo hacemos por juego o placer para disfrute bilateral, nada nos impide recrearnos en el acto y/o en nuestro cuerpo y en el del otro, liberando tensión, disfrutando... intercalando con juego sexual o cualquier fuente de placer—si es perverso mejor—que se nos ocurra. Si es por castigo, evidentemente el placer, al menos en del azotado, no es el objetivo.

Aspectos “técnicos” a tener en cuenta.
Para llevar a cabo con seguridad esta práctica encontramos los tres pilares de siempre que nunca está de más repetir: CONSENSO, SEGURIDAD y SENTIDO COMÚN; así como el conocimiento y la experiencia de cada cual, y la COMUNICACIÓN entre las partes que forman la unidad D/s.

En el caso concreto de azotar yo establecería cuatro puntos muy importantes a tener en cuenta:
-Lugar: región o regiones del cuerpo de nuestr@ sumis@/esclav@ que vamos a azotar.
-Intensidad: grado de fuerza/contundencia que imprimimos al azote.
-Posición: la que, según nuestro criterio, adoptará nuestr@ esclav@/sumis@ cuando vayamos a azotarle; puede haber una que nuestr@ esclav@ ya conozca para esos menesteres o el Dominante variarla a su gusto.
-El objeto con el que vamos a azotar a nuestr@ esclav@.

Lugar: Con vistas a no lesionar a nuestr@ esclav@ todo Dominante debería tener un mínimo conocimiento del cuerpo humano y de dónde se hayan los órganos y estructuras vitales. Queremos castigar a nuestro sumis@, no causarle un daño grave o irreversible.

Por lo general las regiones del cuerpo humano donde se acumula el tejido adiposo son más seguras pues están más protegidas: parte baja de glúteos, parte interna de muslos si se trata de una mujer, etc. Pero esto no debería de servir en ningún caso de guía, pues hay casos en los que puede haber acumulaciones grasas en sitios como el abdomen donde no es conveniente azotar o golpear.

Por tanto, para exponer las cosas con mayor claridad, a continuación repaso las diferentes áreas del cuerpo y sus puntos seguros/no seguros.

-Glúteos: Una parte sin duda donde nos gusta ensañarnos. Relativamente seguros para azotar con cierta intensidad, pues están bastante protegidos por su correspondiente capa de tejido adiposo. La parte segura es la parte más baja, preferentemente hacia el exterior, donde sólo encontramos músculo e inervaciones menores. En la parte medial del glúteo se encuentra el nervio ciático (ver dibujo) que lo cruza en vertical y baja por toda la pierna; por tanto debemos evitar excesiva fuerza hacia la mitad de la nalga más o menos, que es donde está. Si el nervio ciático es tocado la persona sentirá dolor tanto local como en toda la pierna respectiva. De todas maneras es difícil que esto ocurra; especialmente con objetos para azotar cuya superficie sea amplia (pala, tabla, cepillo) en los que la presión está más repartida y no se localiza en un solo punto. Si azotamos el glúteo en la zona inferior tenemos además es aliciente de que los golpes caerán cerca de los genitales y el periné (zona existente entre genitales y ano).


-Cadera: zona menos protegida por el tejido adiposo dependiendo de cada persona. Los golpes dolerán más en consecuencia. Contra lo que muchas personas piensan, los riñones no se encuentran en la zona posterior de la cadera sino en la parte baja de la espalda (ver dibujo); no obstante es una zona en la que conviene ir con cuidado porque el hueso suele estar muy expuesto, independientemente de que la persona sea más gruesa o más delgada. Por eso, al ser una zona sensible, es agradable fustigarla con objetos con los que no haga falta aplicar mucha intensidad, es decir, objetos afinados que concentran la presión del azote en un solo punto y que no son contundentes pero sí irritantes: fusta, vara flexible, látigo corto, etc.

-Espalda: Es una zona muy a respetar. Da juego, es cierto, pero hemos de tener en cuenta los órganos internos que en ella no están protegidos como los riñones, que están situados un poco por encima de la cintura (ver dibujo). Así mismo encontramos la columna vertebral que protege la médula espinal, por lo cual es una zona en la que en ningún caso se ha de ser contundente, es decir, en ningún caso se debe aplicar golpe sino correazo, arañazo o similar. La cantidad de tejido adiposo es variable de manera que el dolor también lo es. Yo diría que es segura si se azota con objetos afinados y no contundentes: látigo, gato, fusta, vara, cinto, correa, y manteniéndose desde luego siempre alerta en cuestión de intensidad.

-Extremidades superiores e inferiores: Encontramos en ellas hueso, músculos y nervios, no órganos vitales de por medio. La parte más segura para azotar es siempre la más carnosa. Pero también es la parte donde la piel es más frágil, de manera que es susceptible de romperse y de esta manera hacer sangrar a nuestro esclav@/sumis@. Esto ocurre sobre todo en la parte interna de los muslos, y más si nuestra esclava es mujer. Y lógicamente, es más fácil que sangre si utilizamos objetos que concentran la presión en un punto, arañen, etc como son los anteriormente citados (fusta, látigo, etc).

Torso: salvo en los pechos si nuestra esclava es mujer, yo no lo tocaría en ningún caso con objetos contundentes.

Pechos: si nuestra esclava es mujer es un lugar muy grato de azotar siempre que se haga con seguridad. En ellos encontramos tejido adiposo variable, tejido glandular de la glándula mamaria y, circundándolos, musculatura de sostén. La piel en ellos es muy sensible y dependiendo del ciclo hormonal de la mujer puede encontrarse muy a tensión, ya que durante la ovulación y pre menstruación los senos se pueden inflamar. Es una zona en la que yo fustigaría con intensidad leve-moderada pero nunca sería contundente, es decir, nunca golpearía salvo con la mano, y con mucho ojo.

Abdomen: yo no lo tocaría en ningún caso con objetos contundentes.

Genitales: Puede dar mucho placer azotarlos con la mano, con objetos contundentes o fustigarlos. Para mí la clave en esta zona es la intensidad. Contra lo que se podría pensar es una zona relativamente segura, ya que en las mujeres los genitales propiamente dichos están internos, y los externos consisten en la vulva que sirve más que nada como protección (labios mayores, etc). En los hombres ya la cosa cambia... yo nunca he tenido el placer de azotar a un sumiso hombre pero lógicamente tendría cuidado con testículos y glande... y me ensañaría con más libertad en zona perineal, pubis y cuerpos cavernosos del pene si está erecto.

Rostro: El castigo del rostro, la bofetada, cachete o similar merece en mi opinión mención aparte. Tiene implicaciones emocionales algo distintas que las de “azotar”. Para mí, abofetear y azotar no es lo mismo, de manera que sólo lo cito aquí para señalar que en ningún caso aplicaría golpes con objetos de ninguna clase. Pero claro, eso depende de los criterios de cada binomio D/s y de los límites pactados.


EL OBJETO.- Como siempre, el conocimiento de los materiales a nuestro alcance es un pilar más para garantizar la seguridad en la práctica.
Para ganar claridad en la exposición establezco dos tipos principales de objeto:
-CONTUNDENTES: Objetos en los que la superficie que va a estar en contacto con la piel de nuestr@ esclav@ es relativamente amplia, cosa que nos permite aplicar un “golpe” con la presión repartida en varios puntos.
-NO CONTUNDENTES: Objetos en los que la superficie en contacto con la piel de nuestra esclav@ concentra la presión e intensidad del azote en un solo punto, o en varios puntos diseminados.

Como dato orientativo establezco la siguiente escala de dificultad:
: Dominantes novatos/principiantes
: Dominantes experimentados, probar con cuidado.
: Dominantes muy experimentados, no lo intentes sin conocimiento!!!


-OBJETOS CONTUNDENTES:
-Palma de la mano.- Segura e ideal para calentamiento previo si el Dominante lo estima adecuado. Resalta especialmente la excitación que conlleva el contacto piel con piel. El Dominante controla en todo momento la situación dado que siente en su propia piel la intensidad del azote así como la subida de temperatura de la piel de su sumis@/esclav@ .

-Objetos domésticos (tabla de cocina, cepillo de pelo, zapatilla, pala de ping-pong etc).- Muy excitante para algunos pues evocan castigos de la infancia. Indispensable analizar bien el objeto “casero” que vamos a utilizar y sus propiedades (grosor, material...) para realizar la técnica con seguridad. Una vez analizado, aplicar sentido común y traducirlo en la intensidad del azote y en el lugar a azotar.

-Pala.- Las hay de diversas formas, tamaños, materiales y diseños. A diferencia de los objetos domésticos, están diseñadas especialmente para realizar la técnica por lo cual resultan más seguras. La superficie de la pala varia tanto en forma como en amplitud y longitud. Cuanto más estrecha sea, más concentrará la presión del azote. Cuanto más amplia y más pesada, más contundente será. Cuanto más larga sea, más territorio cubrirá.
En cuanto a los materiales las encontramos, sobre todo, de madera, plástico o cuero. La suavidad del cuero hace que muchos nos decantemos por esta última posibilidad; las palas hechas de cuero frecuentemente llevan varias capas a fin de aumentar la rigidez, o incluso pueden llevar láminas de metal intercaladas en el cuero.
Y en cuanto a los diseños mencionar que las podemos encontrar lisas, rugosas, con tachuelas, con pinchos—y diversidad de “dibujos” para marcar la piel-- cuya altura en milímetros suele constar etiquetando el producto, etc... aspectos, claro está, importantes a tener en cuenta a la hora de elegirla y usarla.
Dando por hecho que utilizamos el sentido común, con pala standar lisa se pueden azotar con alegría las nalgas, muslos, genitales en la mujer y extremidades. Especial cuidado en pechos. No utilizar en la espalda ni en ningún punto de riesgo donde sepamos que hay órganos vitales (plexo, costados, abdomen).

-OBJETOS NO CONTUNDENTES:
-Fusta.- Muy baratitas y asequibles tanto en comercios especializados BDSM como en tiendas de deporte, área de equitación. Las modernas normalmente consisten en una vara corta de fibra de vidrio tapizada con cuero o sintético. La terminación final varía muchísimo y encontramos diseños en lengüeta, flecos, etc... de diversos materiales: cuero, látex...
Da mucho juego tanto para castigar como para ejercer de prolongación de nuestra mano a la hora de corregir posturas, actos, etc, marcando un límite de distancia interesante.
Utilizar con cuidado en áreas donde la piel es frágil y susceptible de romperse si no queremos rasgar y causar heridas sangrantes. Personalmente, si no es para castigar, recomiendo ir aumentando gradualmente la intensidad de los fustazos y no empezar ejerciendo de golpe la intensidad deseada... pero claro eso queda a criterio personal. Escucharla silbar en el aire antes de caer no tiene precio ni con mastercard

Objetos caseros (reglas, toalla mojada, trapo, etc, salvo cinturón—mención aparte.).- Como sucede con los caseros contundentes, todo depende de las características del objeto en cuestión, si bien en este ámbito es cierto que hay más versatilidad. La imaginación siempre resulta muy estimulante siempre que se tengan en cuenta las condiciones mínimas de seguridad así como lo consensuado. A destacar, cuidar que el objeto podamos sujetarlo de forma segura para siempre controlar el azote, que no se fragmente pudiendo lesionar con esquirlas, astillas, etc...

-Rebenque.- Es un látigo corto, rústico, utilizado originariamente por los gauchos de las llanuras de Sudamérica para azuzar a la cabalgadura. Tiene un mango sólido de materiales diversos (generalmente metal o madera maciza que puede ir forrada de cuero trenzado) de unos 50 cm de largo, con diseños artesanales y estéticos, y termina en una lengüeta de cuero crudo de anchura variable. Puede llevar colgada una tira de cuero en el otro extremo para engancharlo a la muñeca. Como consideración especial resaltar el mordisco del cuero sobre la piel, proporcional a la intensidad del azote, así como que al ser móvil la tira de cuero exige cierta puntería para manejarlo (calibrando la distancia adecuada para dar exactamente donde queremos dar) y no alcanzar áreas de poca seguridad.

-Cintos y correas.- Aquí tenemos una inmensa variedad de tamaños, longitudes, anchuras y materiales que se pueden ajustar a nuestros requerimientos. Los encontramos sintéticos, de piel, de cuero; con hebillas finas, pesadas, macizas, grandes, pequeñas... las combinaciones son infinitas.
Se puede utilizar con sentido común en nalgas y zonas donde el acolchamiento es grande, siempre que no haya órganos vitales. A considerar especialmente la presencia de partes metálicas, rígidas o pesadas, si las queremos utilizar o no y cómo. Lógicamente, a mayor estrechez del extremo, mayor presión al azotar... y mayor dolor y posibilidad de rotura/marca de la piel.

-vara.- Por “vara” entendemos una pieza larga, delgada, de diversos materiales y que puede ser flexible o rígida. Muy severas y dolorosas, dependiendo por supuesto de cómo se usen. Existen diferentes tipos:
-La vara tradicional, simple, hecha a partir de una rama más o menos flexible de árbol (sauce, abedul, avellano, nogal) a la que hemos quitado la corteza, los brotes y las hojas; podemos lijarla si la queremos bien acabada. La vara tradicional, al ser de origen natural, tiende a adelgazarse hacia la punta.
-El switch (rama).-Este término se usa en inglés para varios instrumentos, siendo el más común una simple rama de árbol con los brotes más grandes removidos. Es un instrumento improvisado usado para dar un castigo inmediato en el lugar, pero se usó a veces en castigos más formales haciendo, por ejemplo, que un niño cortara y preparara la rama para su propio castigo. Es usado en las nalgas, pero las ramas más livianas podían ser usadas en los muslos y pantorrillas.
-La caña de rota.-La caña de rota (rattan cane) es el instrumento usado en Inglaterra (y exportado a todas sus colonias salvo los EE.UU., donde nunca fue popular) en los dos últimos siglos para castigos domésticos, escolares y judiciales. No es una caña propiamente dicha. Es hecha del tallo sólido, denso y flexible de una palma de la India. Como es un instrumento importante en la historia de los castigos corporales y su uso en BDSM, hay varios artículos sobre ella y sus usos en el sitio.
-Bambú y las cañas verdaderas.-Las verdaderas cañas (plantas con tallos leñosos, huecos, con nudos, de la familia de las Gramíneas), especialmente el bambú, se usaron para castigo. Las muy jóvenes, cortadas en el momento, aún verdes, flexibles y con nudos pequeños pueden propinar un castigo memorable. Las cañas más viejas tienen nudos salientes y son leñosas y mucho más rígidas. Cuando secas pueden romperse y astillarse y se usan para castigos judiciales sangrientos, pero son peligrosas para castigos domésticos o para nuestros juegos
-Varas modernas.-Hay varios materiales sintéticos apropiados para hacer varas, y puede encontrar varas (usualmente llamadas “canes”) de Lucite, Lexan y otros materiales plásticos. Se puede hacer una vara muy efectiva con las secciones de grafito o fibra de vidrio de las cañas de pescar, las que, aún severas y peligrosas, son flexibles y no se rompen facilmente.
-Varas múltiples.- El llamado “birch rod”, o sólo “birch”, no es una vara, sino un manojo de 12 o más varas de 60 a 90 cm. de largo con una cinta enrollada en el primer tercio de su largo para hacer una especie de mango. Usualmente está hecha de abedul, pero puede hacerse de cualquier árbol con ramas flexibles y razonablemente rectas.
Las comunes tienen más de una docena de ramas, pero para castigos severos las hay de sólo tres o cuatro ramas más gruesas.

-gato y látigo corto.- Llamamos látigo corto o gato de múltiples colas (común el de nueve) a cualquier instrumento flexible dotado de varias trallas hechas de cuero o material similar cuyo destino es ser utilizado sobre el cuerpo humano. Los extremos de las trallas pueden ir rematados por bordes redondeados (para aumentar la superficie de presión y reducir el dolor inflingido), tachuelas o incluso cuñas punzantes.
Las trallas pueden ser de grosor y anchura variable; siendo del mismo material se deduce que las más finas duelen y las más anchas provocan una sensación sorda o apagada.
Además, cuantas más trallas tenga un látigo, más lentamente se desplazan en el aire y cuanto más largas sean, más fuerza hay que imprimir.
Los látigos cortos son útiles para azotar a CORTA DISTANCIA de nuestr@ esclav@/sumis@ y en una región precisa y limitada. La proximidad en este caso, si el castigo es duro, resulta muy estimulante porque nos permite acariciar, consolar, susurrar a nuestro esclav@ durante el castigo si lo consideramos conveniente.
La empuñadura, así mismo, tiene también longitud variable; debe proporcionar un agarre cómodo y cuanto más larga sea más nos obligará a levantar el brazo cuando azotemos.
Puede usarse sobre las nalgas, espalda, extremidades y pechos, siempre con sentido común, adecuándonos a sus características y dentro del consenso.


-látigo largo.- Mucha gente se fabrica el suyo porque es complicado de encontrar dependiendo del tipo de azote que queramos propinar y de la marca que queramos hacer. El látigo largo implica que tenemos que levantar más el brazo y ejercer más impulso, así como calcular el área donde queremos que caiga el azote en el cuerpo de nuestr@ esclav@ (ya que exige colocarse a distancia).. Es un objeto delicioso, temido y tradicional que hay que saber usar. Puede ser de una sola cola o de colas múltiples; cabe señalar que es evidente que, si tenemos más de una cola, cada una de las trallas provoca una marca independiente dentro del radio de acción que tenga, así que el esfuerzo de delimitar el área donde queremos azotar y la atención que debemos poner se multiplica. Yo personalmente recomiendo practicar antes sobre “algo” que no sea el cuerpo de nuestr@ esclav@ para evitar riesgos, si es que no lo hemos usado nunca. Hay siempre que revisarlo y comprobar, en el caso de las colas múltiples, que todas ellas estén bien fijadas al mango en especial si lo hemos usado varias veces; algunos fabricantes las trenzan al mango para mayor seguridad.
La distancia que da el látigo largo tiene también una dimensión emocional para nuestr@ esclav@, que nos sentirá más lejos psicológicamente. Si le tenemos, además, inmovilizado, amordazado y con los ojos vendados el grado de indefensión y desorientación es muy grande, y la ansiedad previa algo que merece la pena saborear y hay que tener siempre en cuenta. Si estamos castigando esto hace que el castigo sea más duro; y si estamos solo jugando es una prueba de fuego para nuestr@ sumis@ ya que se pone en nuestras manos sin condiciones... cosa que a criterio de cada uno conviene cuidar y agradecer, incluso mientras estamos metidos en la práctica (azotar con relativa fuerza no impide que, a distancia, hablemos con nuestr@ esclav@, le expliquemos lo que vamos a hacer, le tranquilicemos, bromeemos, seamos estrictos pero afectivos, neutros pero asequibles, firmes pero sensibles, inhumanos pero cuerdos...etc) pero claro esto ya entra dentro de cada binomio D/s y de cada persona. De todas formas, no hay que olvidar que la comunicación siempre es un puente esencial entre Am@ y esclav@.

POSICIONES
Las posiciones a adoptar por parte del esclavo que va a ser azotado son infinitas. A tener en cuenta, yo diría que si vas a utilizar un objeto contundente tengas el detalle de dar a tu esclava un punto de apoyo y si vas a fustigar con fuerza, darle un punto de sujeción... para comodidad tuya y para seguridad de él o ella. Por ejemplo, si vas a utilizar pala, colocarla apoyada sobre una mesa, silla, o cama, para que la contundencia de los azotes no desplace demasiado su cuerpo o pueda rápidamente volver a posicionarse para recibir el siguiente... o bien, si estás azotando la espalda con el látigo, colocarla en semi-suspensión con las manos atadas y SUJETAS sobre la cabeza y las puntas de los pies—o plantas--apoyadas en el suelo, o de pié contra una pared...
A continuación expongo una serie de posiciones más o menos tradicionales, susceptibles de modificar siempre siguiendo los gustos de cada cual.

Posición OTK (on the knees).- llamada así porque la tradición viene de los maestros ingleses que colocaban sobre su regazo a los chavales que iban a ser castigados. Es una posición tradicional y próxima, que favorece el contacto piel-ropa/ piel-piel, y se manda adoptar para azotar NALGAS con la palma de la mano, pala o látigo corto.
Los pies de/la esclav@/sumis@ deberían apenas rozar el suelo. El peso del sujeto debe descansar totalmente sobre el que castiga. La mano izquierda del que castiga sujeta al castigado por la cintura, y el codo se apoya en el medio de la espalda para evitar que se levante y bloquear que se mueva. Las manos del castigado pueden colgar, pero usualmente la izquierda se agarra a la pata de la silla para estabilidad, y la derecha puede ser sostenida doblada a la espalda por la mano izquierda del que castiga. (Desde luego, si el que castiga es zurdo, todo el cuadro se invierte). Hay una variación de la clásica, para sujetar mejor al castigado, en la que el spankee se acuesta sobre la pierna izquierda y no sobre las dos,  y el spanker usa su pierna derecha para sujetarlo. Otra variante, en la que el spankee está más cómodo, es adoptar esta posición sobre las rodillas del spanker cuando éste está sentado en un sofá, cama o similar. De esta manera el spankee puede apoyar las piernas y los brazos en el asiento. Si colocamos al spankee sobre nuestra rodilla izquierda y le sujetamos entre sus piernas con nuestra pierna derecha, él o ella no sólo está razonablemente cómod@, sino que está sujeto de manera que no tiene que controlarse. Puede retorcerse y sacudirse a gusto, lo cual es cómodo para él y muy divertido para el dominante.

Posición inclinada.- Dependiendo de la flexibilidad del esclav@, haciendo que agarre con las manos sus rodillas, tobillos, etc y ofrezca las nalgas. Para aumentar la estabilidad podemos usar una mesa o silla para que apoye las manos sobre ella. Hay una variante interesante para sumisos menos flexibles que consiste en hacer que el sumiso se arrodille sobre un banco o mesita baja y apoye el tronco y la cabeza en la superficie con las nalgas bien levantadas, palmas de las manos apoyadas en el suelo. Para evitar que contraiga los gluteos, obligarle a mantener las plantas de los pies en extensión, colgando fuera del banco, con las puntas de los mismos rozando el lateral. Si durante las nalgadas mantenemos a nuestr@ esclav@ con las piernas separadas podemos tener acceso a los genitales desde atrás, para castigar o para estimular durante la azotaina según convenga. Como todo, la imaginación combinada con el sentido común es esencial. Se pueden usar muebles para variar esta posición a nuestro antojo: el brazo de un sofá, por ejemplo, resulta un reclinatorio improvisado excelente.

Acostado.- Sobre un sofá, sillas en fila o cama, acostando al spankee boca abajo y colocando bajo su pelvis un almohadón más o menos grueso para tener mayor acceso a las nalgas y genitales, cosa que nos permite azotar y jugar/usar a gusto. Podemos inmovilizar a nuestr@ sumis@/esclav@ tranquilamente sobre la superficie donde está acostado con un juego de cadenas o cuerda y maniobrar libremente desde atrás con ambas manos, tensándose las sujeciones si él o ella se mueven desviándose de la posición que hemos marcado. Hay dos variantes que resultan interesantes: la primera, sentándose el spanker sobre la espalda del spankee (evidentemente prohibida si el primero es mucho más grande y pesado que el segundo), mirando hacia sus nalgas y azotándolas con una mano o con las dos (provistas o no de objetos), y la segunda, muy sexual, para premiar al/la esclav@, estando el azotante sentado sobre cama o similar con las piernas extendidas y situándose el azotado sobre él, con la cabeza apoyada en su pecho y las piernas entrelazadas. El spanker sujeta y separa las rodillas del spankee con una de sus piernas y maniobra sobre las nalgas del azotado o la espalda si está fustigando. El azotado no puede evitar moverse, frotando su cuerpo contra las zonas sensibles del azotante.

Posición de pie y atado.- Ideal para fustigar espalda. Colocamos a nuestr@ esclav@ mirando hacia una columna o cruz en aspa; fijamos muñecas y tobillos con seguridad, separados, a los postes si es una cruz, o a los lados o bien abrazando la columna. Si se puede jugar al aire libre esta posición da mucho juego cuando la arquitectura favorece. Por seguridad es conveniente calibrar la distancia a la que nos situamos y el lugar exacto (si queremos evitar alcanzarla en flancos, por ejemplo), más aún si vamos a utilizar látigo largo, más aún si es multicolas. Nota: podemos indicar a nuestr@ esclav@ que abrace también la columna o poste con las piernas, rodillas ligeramente flexionadas en posición estable, lo cual resulta muy erótico y sádico porque se estremecerá contra la columna. Cuanto más se agache el/la esclav@ más entrará en juego su aguante para soportar la posición, factor que también es conveniente tenerlo en cuenta en función del tiempo que le vamos a tener así. Y... para el que no tenga una cruz en aspa en su casa, cosa que no es muy común, se puede fijar al azotado a una escalera portatil con cuerdas, cadenas o cinta... procurando claro está que la escalera tenga un mecanismo de seguridad que impida que se cierre (¡¡!!), que no esté rota ni “coja” y se apuntale estable en el suelo.

De pie y desatado.- para fustigar espalda y muslos/brazos, para azotar nalgas. Tan simple como obligarlo a que se apoye en la pared con los pies alejados y las piernas separadas para que el peso se cargue en las manos, a fin de dificultarle moverse. Ésta posición va a requerir autocontrol por parte del castigado. Esta posición puede adoptarse con o sin apoyo. Sin apoyo, francamente es una putada... Hay una variante, sin apoyo, que consiste en hacer que el esclav@ se coloque arrodillado y con los brazos cruzados sobre el pecho. Es una auténtica prueba de fuego para su resistencia y tiene un componente emocional importante al encontrarse arrodillad@ y voluntariamente contenid@.

Suspensiones: colgar por tobillos o muñecas. NO realizar bajo ningún concepto si: no dispones de los materiales adecuados (cadenas que aguanten tracción y puntos de fijación seguros, así como muñequeras/tobilleras fuertes y seguras); si el peso de nuestr@ esclav@ es excesivo para que sus muñecas y las sujeciones lo soporten; si eres un Dominante novato sin demasiada experiencia. Lo ideal es un enclave seguro ANCLADO al techo o un juego de poleas. Tener en cuenta que en esta posición nuestr@ esclav@ no tendrá NINGÚN apoyo: su cuerpo oscilará por lo que la estabilidad es nula y la autonomía mínima, y su peso será enteramente soportado por las articulaciones de las extremidades superiores. Evidentemente, si colgamos cabeza abajo hemos de tener muy en cuenta el tiempo de exposición y de castigo. Colgado con seguridad, el esclavo relativamente se puede relajar o rendir a la fuerza de la gravedad tanto como a la fuerza de los azotes; no obstante es una posición que exige resistencia a nivel de muñecas y brazos, pues soportan todo el peso del cuerpo, y esto conlleva fatiga.

Semi-suspensiones.- Una alternativa más segura a las suspensiones si se hace correctamente, dejando que nuestro esclav@ apoye las puntas de los pies en el suelo o las palmas de las manos. Procurar que la superficie que nuestr@ esclav@ tenga de apoyo sea relativamente amplia para repartir mejor la presión; sería incorrecto por ejemplo dejar que solo apoye las puntas de los dedos a menos que solo roce, ya que podríamos lesionar. Si es APOYO y no roce, tiene que haber más supercifie en contacto con el suelo (punta del pie, palma de la mano), ya que el cuerpo oscilará y ha de permanecer alineado en su posición natural para evitar lesiones musculares o tendinosas. Al estar semi-colgado, el azotado está por tanto semi-apoyado, lo cual significa que tendrá que hacer más esfuerzo consciente para mantenerse (con la suspensión total es imposible) y por tanto se fatigará o cansará rápidamente según su grado de costumbre a la posición o resistencia. No realizar bajo ningún concepto: Si no estás segur@ de ser capaz de mantener alineado el cuerpo de tu esclav@, en su posición natural; si no dispones de los materiales seguros citados anteriormente para las suspensiones totales, si no conoces el límite de resistencia de tu esclav@ o no estás seguro de identificarlo. NO es recomendable azotar en esta posición con objetos CONTUNDENTES que desplacen demasiado el cuerpo estando las extremidades apoyadas (alto riesgo de lesión sobre todo en columna vertebral); utilizar mayoritariamente para fustigar con objetos no contundentes.

En definitiva... como en todo lo relativo al BDSM, es necesario hacer uso siempre de los tres pilares básicos: SEGURIDAD, CONSENSO y SENTIDO COMÚN... y no perder de vista que, probablemente, para nuestr@ esclav@ ser azotado represente mucho más que un castigo. En realidad, él o ella se pone en nuestras manos y nosotros disfrutamos azotando su piel, removiendo su mente y acariciando su alma con el látigo, nuestras manos, nuestras palabras, nuestra voz...
Un beso muy dulce para mi niña lamia_de_SCAR-- la mejor perrita que yo podría tener jamás y de la que no puedo estar más orgulloso--y la promesa de un disfrute próximo con todo mi amor y todas mis ganas...

como siempre le digo... siempre es un placer leer estos artículos de su cosecha q nos deja...
sólo un matiz... hay una parte en la que habla de sujecciones por encima de la cabeza.... dentro de mi ignorancia sobre ese tema, quisiera comentar que hay que controlar el tiempo en el que las manos sobrepasan la altura de la cabeza, no se exactamente si la posición de ellas varia en algo, pero tengo entendido que si el tiempo de tener las manos sobre la altura de la cabeza es extenso... puede llegar a provocar un infarto.
sin otro mas, un millón de besos y mi admiración para mi Amo SCAR, q es el mejor Amo que podía tener y que agradezco todos los dias

Gracias a ti por leerme y participar @@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@
Te contesto a eso mi amor... el hecho de suspender y atar las muñecas sobre la cabeza, con los brazos estirados pues la fuerza de gravedad actúa, implica siempre competencia circulatoria. En las suspensiones el factor tiempo es algo esencial, así como vigilar la temperatura y coloración de las manos para verificar que la circulación sigue intacta...
Es posible que por la postura exista sensación de "opresión" en el torax pues si las manos están juntas los hombros se hunden hacia el esternón y esto puede provocar problemas, pero más ventilatorios q cardíacos.
En resumen, para mí la clave para evitar todo tipo de riesgo en esto es estar alerta y controlar el tiempo...
y si vamos a hacer este tpo de prácticas, contrastar que la persona que va a ser colgada no tiene antecedntes ni patología cardiaca...probablemente si leiste que a alguien le pasó eso fue porque ya tenía algún problema.
Un morreakoooooooooooooooooooooooo en esa bokita q me vuelve loko lokooo!!